El Juzgado de Primera Instancia, número 24 de Palma de Mallorca, en España, desestimó la pasada semana tres peticiones de la cadena hotelera Sol- Meliá, en su litigio con la familia cubana Sánchez Hill, por el lucro con propiedades expropiadas por el régimen castrista, reportó Martí Noticias.
Según la compañía española, la demanda es un intento de los herederos para evadir las normativas europeas, aplicando una ley que tiene un carácter extraterritorial en España.
Sin embargo, el juez rechazó el argumento de Meliá, ya que la demanda interpuesta por los Sánchez Hill no solo está amparada por la Ley Helms-Burton, sino que también el grupo hotelero parece haber cometido el presunto delito de «enriquecimiento ilícito».
Dentro de la jurisdicción de los tribunales españoles no entra la reclamación por bienes confiscados en Cuba, pero hay que recordar que se trata de una demanda personal a una empresa con sede en España.
Jordi Cabarrocas, director del fondo de inversiones, reveló que la empresa privada, 1898 Compañía de Recuperaciones Patrimoniales, ha agrupado durante años a las víctimas que sufrieron confiscaciones de sus propiedades, por parte del gobierno de Fidel Castro.
En la actualidad han logrado reunir a unas 450 familias españolas, no obstante el número de perjudicados podría ser aún mayor.
Cabarrocas dijo que estima las propiedades robadas por el Gobierno cubano, tengan un valor estimado en estos momentos de 2.500 millones de dólares.
Si el Juzgado español declara culpable a Meliá, comenta desde Valencia, el profesor Elías Amor Bravo, la decisión abrirá una esperanza para todos los herederos de las familias a las que le fueron confiscadas propiedades.
Amor Bravo confesó que su abuelo lo perdió todo tras el triunfo de la «revolución» castrista.
Los Sánchez Hill reclaman mínimo diez millones de euros, por los lujosos hoteles que hoy explota Meliá en Holguín, edificados en terrenos que les fueron expropiados a la familia en 1959.
