Las compañías que abandonen Estados Unidos en busca de menores costos en el extranjero enfrentarán “consecuencias”, amenazó este jueves el próximo presidente, Donald Trump, ofreciendo cortar impuestos y regulaciones para mantener el parque industrial en el país, informó el Nuevo Herald.
“Las compañías no van a abandonar Estados Unidos sin consecuencias. No va a pasar”, lanzó Trump durante una visita a la fábrica de aparatos de aire acondicionado Carrier en Indiana, que renunció a relocalizar mil puestos de trabajo en México.
Tras hacer campaña sobre la promesa de salvaguardar los empleos en las fábricas estadounidenses, el magnate escogió visitar esta planta convertida esta semana en el símbolo de la política que pretende implementar contra la instalación de industrias estadounidenses en otros países.
“Abandonar el país va a ser muy, muy difícil”, apuntó.
Carrier anunció el martes que había cancelado su plan de relocalizar 1.000 puestos de trabajo a México, indicando en Twitter que tomó esa decisión después de “concluir un acuerdo con el presidente electo”. En un comunicado posterior explicó que los “incentivos propuestos por el Estado (de Indiana) jugaron un rol importante” en la decisión.
Trump, acompañado por su vicepresidente, Mike Pence, que es también el gobernador de Indiana, narró en detalle cómo, durante una conversación telefónica, forzó el brazo del presidente del grupo United Technologies, Gregory Hayes, presente en la sala.
También se burló de quienes le critican de menoscabar de esa forma la función presidencial.
“Ellos dicen que no es presidencial llamar a estos grandes líderes empresariales. Creo, al contrario, que es muy presidencial y si no lo es está bien”, señaló.
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