El jefe cibernético del Departamento de Seguridad Nacional, que presidió un elaborado esfuerzo de seguridad electoral para protegerse contra la interferencia extranjera y el fraude, fue destituido por el presidente Donald Trump el martes como parte de una continua purga postelectoral de altos funcionarios de seguridad nacional.
Trump anunció el despido en un tuit el martes por la noche asegurando que las razón era sus más recientes declaraciones sobre la seguridad de las elecciones.
La destitución de Christopher Krebs, director de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad del DHS, sigue a la declaración de la agencia de que las elecciones generales fueron las más seguras en la historia de Estados Unidos.
La declaración sirvió como una reprimenda al presidente que continúa haciendo acusaciones de fraude electoral mientras el equipo legal de Trump persigue múltiples desafíos legales en los estados en disputa.
«No hay evidencia de que ningún sistema de votación eliminó o perdió votos, cambió votos o se vio comprometido de alguna manera», informó la agencia el jueves en una evaluación a la que se unió una coalición de grupos de seguridad electoral, incluida la Asociación Nacional de Directores Electorales Estatales. «Todos los estados con resultados cercanos en la carrera presidencial de 2020 tienen registros en papel de cada voto, lo que permite la posibilidad de volver atrás y contar cada boleta si es necesario. Este es un beneficio adicional para la seguridad y la resiliencia. Este proceso permite la identificación y corrección de cualquier error o error».
Krebs había sido un defensor abierto del aparato de seguridad electoral de la nación en los meses previos al día de las elecciones, incluso cuando Trump advirtió repetidamente sobre un fraude masivo.
Antes de su nombramiento como primer director de CISA, Krebs se desempeñó como subsecretario de Protección de Infraestructura del DHS.
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