A través de su cuenta en Twitter, el presidente de los Estados Unidos ofreció ayuda a un bebé británico de tan solo 10 meses, que sufre una enfermedad terminal y cuyos padres han perdido una batalla legal para traerlo a Estados Unidos a probar una terapia experimental.
Charle Gard es el nombre del pequeño, que según ha explicado el hospital británico Great Ormond Street, tiene una enfermedad excepcionalmente rara de carácter hereditario, que afecta de forma muy grave su capacidad cerebral, muscular y respiratoria.
El Papa Francisco pidió este domingo que el deseo de los padres, Chris Gard y Connie Yates, no fuera pasado por alto.
La enfermedad no tiene cura, sin embargo una clínica estadounidense ofreció un tratamiento experimental. Mientras el hospital donde se encuentra considera que esta terapia no cambiaría su calidad de vida.
Los padres no aceptaron el diagnóstico del hospital y recurrieron a los tribunales. Fallando en su contra en abril, un mes después la corte británica de apelaciones confirmó ese dictamen y ordenó que se permitiera morir con dignidad al bebé.
Legalmente Trump no puede hacer mucho después de la decisión del alto tribunal europeo, sin embargo una fuente oficial comentó: «el presidente está tratando de ser de la máxima utilidad posible».
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