En junio de 2017 el presidente Donald Trump firmó un memorando presidencial en Miami que delineaba su nueva política hacia el régimen de La Habana, El Nuevo Herald señala que un año más tarde, “la Casa Blanca no parece tener apetito para “negociar un mejor acuerdo” con la Isla.
Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus siglas en inglés) dijo al medio de Miami: “estamos mirando” refiriéndose a la situación en Cuba, “no tenemos nada que anunciar”.
Trump se sentó a dialogar con el líder norcoreano Kim Jong-un, expresó que “los adversarios pueden convertirse en amigos”, pero con el régimen cubano no hay oportunidad de diálogo, Cuba no hace concesiones, no libera presos políticos, coarta la libertad de expresión, y paraliza al incipiente sector privado.
El vocero de NSC mencionó: “no. Raúl está al mando”, EEUU no se cree que Miguel Díaz-Canel sea el nuevo presidente de la Isla, la administración Trump está bien informada, el ingeniero cubano no es más que una marioneta manejada por el clan Castro.
“No sé de un mejor acuerdo pero nuestra política es que si los estadounidenses van a Cuba o realizan negocios con Cuba, que el dinero vaya al sector privado y no a las empresas controladas por los militares”, acotó el funcionario.
Castro se mantendrá al frente del PCC, órgano rector del Estado y la sociedad, hasta el 2021, un libro del ex asesor de Seguridad Nacional para Comunicaciones Estratégicas de la administración Obama, Ben Rhodes decía que pensaban que el hijo del ex gobernante, el coronel Alejandro Castro Espín era quien parecía iba a presidir después de su padre, ¿quién dice no pueda ser el sucesor de Díaz-Canel en cinco años o en menos?
Vía correo electrónico, el funcionario de la NSC agregó: “el presidente Trump ve un futuro brillante para Cuba, una vez que se libere de la corrupta ideología comunista que ha reprimido a su pueblo durante décadas. Bajo la administración anterior, el acuerdo alcanzado con Cuba solo potenció las herramientas de represión y no aumentó la libertad ni llevó la democracia al pueblo cubano”.
El Herald subraya que aunque el presidente de EEUU dijo a la prensa “vamos a ocuparnos de Cuba” el día que Díaz-Canel fue designado como presidente, “Cuba no parece estar en la lista de prioridades de política exterior de una Casa Blanca ahora consumida por negociaciones con Corea del Norte, conflictos con sus aliados y tensiones con Irán”.
El diario recuerda que el mandatario mantuvo la mayoría de las medidas tomadas por su predecesor Obama, como permitir los vuelos de líneas aéreas norteamericanas, y los cruceros a la Isla, sin embargo el pasado año eliminó la aprobación de los viajes individuales en la categoría de “contactos entre los pueblos”, de igual modos las transacciones directas con 180 empresas de GAESA, monopolio militar cubano.
Por su parte, el Departamento de Comercio también flexibilizó las reglas para autorizar la exportación de artículos para los trabajadores cuentapropistas, pero el sector privado está maniatado y reprimido por el régimen, por ello no avanza.
Trump signó un memorando que creó un grupo operativo para estudiar cómo incrementar el acceso a internet para los cubanos dentro de la Isla, a lo que el Gobierno cubano respondió de manera agresiva, acusando nuevamente a EEUU de injerencia.
El vocero declaró que de acuerdo a Washington las medidas aseguran “que cualquier dinero de turistas gastado en Cuba vaya al pueblo de Cuba y no a operaciones dirigidas por el ejército y las agencias de inteligencia”.
“Amplifican los esfuerzos para apoyar al pueblo cubano a través de la expansión de servicios de internet, prensa y empresa libres, y viajes legales”, añadió.
La administración Trump ha aumentado las críticas a la penosa situación de los derechos humanos y a las libertades civiles y políticas de Cuba.
Para Carlos Saladrigas, presidente del Cuba Study Group (CSG), una organización que promueve la política de engagement con respecto a la Isla, y crítico del actual Gobierno de EEUU se trata de una “hipocresía masiva”.
El diario de Miami añade que las preocupaciones de la administración Trump en cuanto a los derechos humanos no han estado sobre la mesa en las negociaciones con Corea del Norte, régimen acusado de severas violaciones a los derechos humanos.
El congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart por su parte, ha anunciado en entrevistas con Martí Noticias, medidas más fuertes para el régimen de La Habana, las que llegarán en poco tiempo.