Algunos turistas que han visitado o se han hospedado en el hotel Meliá Las Dunas de Cayo Santa María, al norte de Villa Clara, han manifestado sus insatisfacciones a través de expresiones como esta: «Escasa comida y colas de hasta dos horas para alcanzar un pedazo de carne».
La semana pasada un cliente acudió a la instalación y declaró a CiberCuba que el panorama allí es penoso.
Al respecto explicó: «Escasos platos de comida, largas colas para la carne, haces una cola de más de 2 horas y no alcanzas carne. No había azúcar para preparar los tragos, ni para la leche en el desayuno. En ocasiones no había refresco y a veces había uno concentrado muy malo».
Asimismo, aclaró que, por si fuera poco, «la cerveza a veces estaba caliente y te la servían con tres cubitos de hielo para enfriarse» y «en las habitaciones solo te ponían un pomo de agua».
No obstante, admitió que la atención brindada por los empleados es excelente y a su juicio el vínculo de Meliá con el gobierno cubano es completamente ineficaz, recalcando que «cuando los hoteles no son gestionados por la propia cadena nada funciona bien».
En tal sentido alegó: «Acaso creen que con esta situación van a atraer turistas, cuando la opinión de los que allí estaban en su mayoría era que nunca más regresarían a Cuba».
Igualmente, agregó: «Es un hotel 5 estrellas y los precios no son económicos para ir allí a comer pata de puerco como nos pasó en una ocasión».
Lo cierto es que los criterios sobre el hotel no son buenos. Incluso de las 12 mil opiniones que en relación a este aparecen en el sitio de viajes TripAdvisor, casi 700 coinciden en que es pésimo.
Un turista que posteó su comentario este miércoles señaló que los «suministros son muy básicos para tan emblemática instalación» y relató que visitó esta semana el complejo «pero esta vez sin penas ni glorias».
En cuanto a la alimentación manifestó que es «muy básica tirando a poca que fue compensada con el buen trato de todo el personal».
Una viajera que fue a la instalación en abril aseguró: «Muy mala gestión, pero excelente personal de servicio; pero se les escapa de las manos. El buffet es muy pobre en comida, la cancha de tenis está inservible ya que no pueden suministrar raquetas ni pelotas para usarla. Lo mismo para todos los juegos deportivos, todos los balones rotos y la única mesa de billar rasgada».
Por último, contó: «En los snacks hay muy pocas opciones, y el sabor de toda la comida en general es pobre. No son 5 estrellas. Por lo menos la experiencia no es de la calidad esperada en un hotel así. En mi opinión este hotel se salva cambiando la gestión y manteniendo aquellos excelentes trabajadores que siempre sonríen y ayudan a los clientes. Sin embargo, nosotros no volvemos. No queremos arriesgar nuestras vacaciones de nuevo».
Otra mujer narró su vivencia, expresando: «Hotel obsoleto, falta de mantenimiento absoluta, limpieza deja mucho que desear y para rematar tuvimos una rata en la habitación».
En el mentado sitio una cliente aconsejó: «¡No vayas a Cuba! Gasta tu dinero en otra parte».
Según ella su experiencia en el hotel fue terrible, describiéndola de la siguiente manera: «Nadie debería pasar por lo que pasamos nosotros durante nuestra estancia. En primer lugar, reservamos una habitación para dos adultos y dos niños de 11 y 14 años. Nos vendieron un sofá de dos plazas como lugar para dormir para un niño de 11 años. Querida gente de Meliá, ¿vieron a un niño de 11 años? ¿Cómo se supone que encajarán allí? El servicio de atención al cliente no fue útil y seguía diciéndonos que solo pusieron una cama doble debido a su política. Para nosotros no era aceptable. En segundo lugar, la comida. Dios mío. Entiendo la escasez, lo que no entiendo es cómo se pueden «cortar» productos frescos mientras se cocinan. No vimos marisco fresco, punto. Platos insípidos y sosos día tras día. Dejé de comer el día 4 porque no podía soportar el olor y la calidad. Me sentí humillada cuando intenté encontrar productos de higiene femenina cuando de repente los necesité. ¡No tenían nada en el resort! Me dijeron que alquilara un taxi o un coche y condujera 1 hora y 30 minutos hasta la ciudad más cercana. No podía creerlo».
También afirmó: «Sinceramente, creo que el Grupo Meliá debería asumir la responsabilidad de gestionar este complejo. Y a juzgar por las opiniones de otros turistas, nuestra experiencia fue consistente con la experiencia de otras personas en Cayo María. Espero que mi reseña sea útil».
En los últimos años las críticas a los hoteles en la isla han sido bastante frecuentes, fundamentalmente dirigidas a la escasez y poca variedad de alimentos y al mal estado en que se encuentran las instalaciones recreativas.