El humorista cubano Ulises Toirac habló sobre la situación actual en Cuba y la situación que podría llevar a un estallido social.
«Pero estoy viendo moverse las cosas en una dirección indeseable que casi seguro desemboque en un enfrentamiento civil de no poner las cosas en el nivel que van y dar respuestas realmente valientes a los acontecimientos. No se puede tener respeto si te lo niegan ni pedir incondicionalidad si condicionas» dijo Ulises Toirac en su cuenta de Facebook.
Toirac criticó y también llamó cobardes a los que desde el exterior piden un enfrentamiento violento.
«Vuelvo a aclarar que mi máximo deseo es que no suceda un enfrentamiento armado y/o violento en este país. Hay muchos que quiero en todos los » bandos». Un derramamiento de sangre (como algunos propugnan) es lo más catastrófico y desgarrate. Me duele que haya quien lo propugne y me duele mucho más que lo propugnen de lejos. Es cobarde a mi juicio» dijo.
A continuación les reproducimos el texto íntegro de Ulises Toirac.
Hay mucha gente por interno y en mis publicaciones que me «invitan» a pronunciarme sobre los hechos acaecidos en San Isidro y en el Ministerio de Cultura. Realmente a mi la política referente a este país no me agrada porque como respondí en cierta ocasión nosotros los cubanos somos muy intensos e intransigentes y la gente (a todos los niveles y desde todos los extremos) se niega a dialogar. Comienzan por agredirte si no piensas como ellos y de ahí en lo adelante no paran hasta amenazarte de muerte para cerrar olímpicamente con un «¿yoooo? Noooo…. El karma», solapando intenciones bien poco mesuradas (acaba de suceder en una publicación mía que no tenía que ver siquiera con política en estos días).
No escribo ahora por «invitación» de nadie (las «invitaciones» a pronunciarte llevan encubiertas preferencias que nada tienen que ver con una conversación sino más bien con el ánimo de joderte). Escribo porque algunos creen que puedo tener algún tipo de miedo. Siempre lo he tenido. Hay mucha literatura que reconoce que si no existe miedo en situaciones extremas, entonces eres un imbécil, o un loco. Pero les recuerdo que mi trabajo en estos más de 35 años ha sido hacer chistes de todo tipo en un escenario a la vista de mucha gente y muchas de ellas filmadas demostrativamente como gesto disuasorio.
No he cambiado nunca lo que iba decir por eso. No he dado opiniones (a través de mi arte) escondido en ningún sitio ni lejos de «la candela». He dicho en otros países (en entrevistas y en conversaciones personales) lo mismo que digo aquí (o que me han dejado decir).
Vuelvo a aclarar que mi máximo deseo es que no suceda un enfrentamiento armado y/o violento en este país. Hay muchos que quiero en todos los » bandos». Un derramamiento de sangre (como algunos propugnan) es lo más catastrófico y desgarrate. Me duele que haya quien lo propugne y me duele mucho más que lo propugnen de lejos. Es cobarde a mi juicio. Pero estoy viendo moverse las cosas en una dirección indeseable que casi seguro desemboque en un enfrentamiento civil de no poner las cosas en el nivel que van y dar respuestas realmente valientes a los acontecimientos.
No se puede tener respeto si te lo niegan ni pedir incondicionalidad si condicionas. No se puede acordar algo para luego acusar y romper acuerdos. No se puede llamar a manifestaciones en las que te acusen de cualquier cosa que no eres e impedir que respondas de alguna manera. No se puede dialogar si no aceptas más que tus puntos de vista. Yo siempre he dicho que en un proyecto plural si solo se escucha una voz, por un lado los errores llueven, y por otro, no es realmente un proyecto plural. Deben existir voces y opiniones. No sólo las divergentes sino las contrarias.
Muchas veces esas son las voces de la razón y siempre el criterio múltiple es la mejor manera de perfeccionar el proyecto realmente. La frase «Un pueblo no se funda, General, como se manda un campamento» tiene también esa interpretación. Martí se refería a un campamento militar, obvio. Donde hay órdenes, no consensos.Pero igual me opongo a la intromisión extranjera y a los pagos de manifestaciones. Porque en primer lugar y si es para la patria, es para y por cubanos. Y eso es para mi primordial. Quienes sufren, que hablen, y quienes tengan el deber de escuchar y responder, que escuchen y respondan. Porque además, lejos de legitimizar cualquier expresión, la invalida instantáneamente si esa expresión es manipulada, si esa expresión es alentada y si esa expresión es pagada.
Cuba es de los cubanos. De todos los cubanos. De todos los que quieran verla prosperar y quieran luchar limpiamente por ello. Nos lo merecemos nosotros y nuestros nietos. Y es hora (aunque no veo el final de nuestros miserables intereses individuales y nuestras intransigencias) que prime la Nación.No es desestabilizador pretender que te escuche un ministro. Desestabilizador es salir a la calle para derrocar a ese ministro.
Desestabilizador es además, ahogar voces que no son las del enemigo, que son las propias. Desestabilizador es propugnar la fuerza desmedida sobre las ideas. Espero que las recargas que me han hecho algunos amigos desde el extranjero no me clasifiquen como mercenario pagado ni que negarme a una intervención extrajera me clasifique como ciberclaria.
Toirac aunque con cuidado para quedar bien con todas las partes terminó inclinando su discurso a entretener la idea repetida por los medios desinformación de la dictadura cubana de que los jóvenes del Movimiento San Isidro son pagados desde el extranjero.
Hablar de «intromisión extranjera y a los pagos de manifestaciones» en un momento en que la dictadura intenta desacreditar y deslegitimar el reclamo justo de los jóvenes del Movimiento San Isidro y de los artistas del 27N es otro intento de navegar en dos aguas como siempre tienden a hacer los artistas cubanos.
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