María Irías, de 29 años, del sur de la Florida, fue arrestada el fin de semana cuando admitió a los agentes de Palm Beach que había estado bebiendo durante todo el día y decidió llamar a la policía con la mentira de que su hija había sido secuestrada al no recordar dónde la había dejado.
En la primera llamada que hizo a la policía, María dijo a los oficiales que ambas fueron al supermercado El Bodegón a eso de las 9:20 de la noche y cuando iban camino a casa, un hombre negro en una camioneta SUV les ofreció llevarlas.
Y que al llegar al Tavares Cove Mobile Home Park, ella salió del carro y antes de que pudiera sacar a la niña, el hombre huyó supuestamente a gran velocidad.
La alerta Amber fue emitida el sábado en la noche por la pequeña Nataly, quién afortunadamente fue encontrada sana y salva por la policía, con otros familiares.
La mujer ha sido acusada de negligencia infantil y de hacer una denuncia falsa por un crimen inexistente. Un juez le fijó una fianza de $4,000 y ordenó que no tenga contacto con la pequeña.