La empresa tecnológica multinacional estadounidense Apple arribó a un acuerdo indemnizatorio equivalente a 35 millones de dólares tras ser demandada por defectos de audio que presentaron los modelos de teléfonos móviles iPhone 7 y IPhone 7 Plus.
En virtud de tal acuerdo las personas afectadas, residentes en la nación norteña, tendrán la posibilidad de recibir entre $50 y $349.
No obstante, para acceder a esta compensación es preciso que los usuarios hayan adquirido dichos modelos entre septiembre de 2016 y enero de 2023 y hayan notificado los problemas de audio a Apple o hayan pagado a esta compañía las reparaciones pertinentes dentro del citado período.
Los interesados en solicitar la reclamación podrán hacerlo hasta el próximo 3 de junio a través de un sitio web de liquidación habilitado para el convenio que contiene instrucciones detalladas sobre el proceso en cuestión.
Es válido destacar que quienes costearon las reparaciones podrán recibir como máximo $349, en cambio, aquellos clientes que informaron los inconvenientes surgidos, pero no asumieron el pago de los arreglos, solo obtendrán hasta $125. La suma mínima que podrán adquirir los reclamantes elegibles será de $50.
La demanda fue interpuesta contra el gigante tecnológico en el año 2019 por Joseph Casillas y De’Jhontai Banks, quienes compraron iPhone 7 en el 2017, experimentando dificultades en su funcionamiento un año después.
A tenor del escrito, «el demandante Casillas notó que el sonido de su teléfono estaba distorsionado con estática audible mientras intentaba reproducir un video en su teléfono. La demandante Banks notó que no podía escuchar a las personas que llamaban a menos que usara la función de altavoz de su iPhone. Estos son indicios comunes del defecto del IC de audio».
Sin embargo, Apple continuó con la venta de los dispositivos y se negó a efectuar las reparaciones de forma gratuita.
Según lo expuesto en la demanda la empresa estaba al tanto del defecto relacionado con el chip del audio debido al empleo de una carcasa inadecuada.
Sin dudas, este acuerdo pone de relieve el respeto a los derechos de los consumidores y la necesidad de que las compañías de tecnología aborden los defectos de los productos con transparencia.