Varados en la playa del municipio Necoclí, en Colombia, un grupo de cubanos, y otros migrantes provenientes de al menos 20 países, entre ellos hay un centenar de niños y mujeres embarazadas, pasando sus días en condiciones precarias, informa Martí Noticias.
Los isleños esperan poder cruzar el golfo de Urabá y seguir a Panamá, con aspiraciones de continuar rumbo al norte y llegar a la frontera sur de EEUU.
Sin embargo, la situación es crítica porque el municipio de Acandí no les permite el acceso a su territorio, y no les venden los boletos para cruzar el Golfo de manera segura, reveló César Zúñiga, director de la Unidad de Gestión del Riesgo y Desastres municipal.
La situación se torna más peligrosa aún cuando los migrantes buscan arriesgarse a cruzar «en momentos en que la marea se encuentra bastante complicada» y sus vidas corren riesgo si deciden hacerlo.
El funcionario colombiano explica que le han planteado la posibilidad de «instalarles unos baños y ponerles unos tanques de agua porque están allí haciendo sus necesidades a campo abierto, a las orillas de la playa», detalló.
Según Zúñiga, «no han pedido alimentos ni ningún tipo de ayuda, solo quieren que se les permita seguir rumbo a Panamá».
Alrededor de 1000 migrantes están instalados en unas 230 carpas en esa playa, pero cada noche llegan más personas, indicó el medio local que reportó la noticia.
Jorge Tobón Castro, alcalde de Necloclí ha mencionado que los migrantes van a continuar llegando si no cierran la frontera de Ecuador y Colombia.
Mientras Alexander Murillo, alcalde de Acandí, insta a las autoridades a establecer un corredor humanitario hacia la frontera de Panamá, ya que teme si los migrantes llegan a su ciudad, expongan a los residentes al contagio de Covid-19.
3 Comentarios