Viceministra de Educación Superior asegura que el profesor universitario cubano tiene que ser ‘activista de la política’ del PCC

Luego del despido del Instituto Superior de Diseño de la profesora de Omara Ruiz Urquiola, la Viceministra del Ministerio de Educación Superior envió un contundente mensaje sobre los valores políticos a los que se deben, según ella, los profesores en la isla.

Urquiola fue relevada de su puesto laboral por su postura política el pasado mes de julio, y desde entonces decenas de estudiantes han pedido su regreso a las aulas.

A raíz de su despido pero sin mencionar su nombre, Martha del Carmen Mesa Valenciano, la viceministra publicó un artículo, bajo el nombre «Ser profesor universitario» en el sitio web oficial del MES donde comentó su caso.

En su escrito la Mesa Valenciano dijo que ser profesor universitario «es una condición que se gana y que se puede perder» si no se es «un defensor de nuestra ideología, de nuestra moral, de nuestras convicciones políticas».

De esta forma aseguró que para ser profesor universitario en Cuba hay que ser «activista de la política revolucionaria de nuestro Partido».

La funcionaria se preguntó si «abordar la crítica haciendo llamado a los derechos humanos es el camino» desde la academia cubana.

Aunque nunca mencionó a Urquiola por nombre, Mesa Valenciano dijo «exprofesor que, utilizando las redes, inició una fuerte crítica a las decisiones de los dirigentes de nuestro país».

Esta conducta del exprofesor para Mesa Valenciano era una «conducta irresponsable en la formación integral de sus alumnos, los confundía y les mostraba un camino erróneo de ataque desagradable en los medios, sin tener todos los argumentos, sin siquiera buscarlos.»

Entre los atributos que la viceministra demandó en los docentes cubanos está crear «seguridad entre sus estudiantes», así como «respeto a las decisiones, defensa de nuestras raíces, nuestra historia, nuestra cultura, nuestros principios.»

Demandó que quien «no se sienta activista de la política revolucionaria de nuestro Partido, un defensor de nuestra ideología, de nuestra moral, de nuestras convicciones políticas, debe renunciar a ser profesor universitario.»

«Los procedimientos erróneos, las malas acciones de cuadros, de funcionarios, de dirigentes hay que combatirlas ¡Sí! ¡Siempre serán combatidas!, pero no podemos confundirlas con irrespeto ni con posiciones contrarias a nuestros principios revolucionarios», escribió la viceministra que además pide que se sea «profesor universitario sin faltar al principio formativo».

Y para culminar la dirigente, exaltada y entre signos de exclamación enfatiza una vez más: ¡Ser profesor universitario es un orgullo y es la defensa diaria de la Patria!.