La comida ha sido durante años la principal preocupación de los cubanos, junto a otras dificultades que se juntan para colmar de obstáculos la cotidianidad, factores que utiliza el régimen de La Habana para que los naturales de la Isla no tengan suficiente tiempo para dedicarse a socavar el poder del castrismo.
No sólo son las largas colas en cualquier establecimiento del país para conseguir huevo o pan, los alimentos racionados que vende el Estado a la población, cuentan con una pésima calidad, algunos de ellos contaminados.
Un reporte de la periodista independiente Laura Rodríguez Fuentes ha sacado a relucir que a principios de febrero se vendió arroz normado por la libreta de racionamiento en Santa Clara, con gusanos.
A pesar de las múltiples quejas en el reparto Santa Catalina en Santa Clara, en el mercado estatal no le cambiaron el producto contaminado a los villaclareños.
Los dependientes dijeron a la población que tenían que venderlo con gusanos, porque así había venido el cereal.
«Lo peor es que el arroz se compra a principios de mes y ese gusano, por más que lo trates de sacar, se va reproduciendo», comentó Migdalia Rodríguez, vecina de Santa Catalina.
«Ahora mismo, está lleno de huevos blancos, está todo contaminado, así no hay quien se lo coma. Además, tiene muchos granos amarillos y punticos negros. La solución es comprar por la calle», añadió.
El arroz es un alimento básico en la dieta de los cubanos, muy difícil de sustituir, según Rodríguez Fuentes en una casa de la Isla se cocinan unas dos latas diarias como promedio, lo que equivale a una libra.
