La FIU, Universidad Internacional de la Florida, invitó a 25 emprendedores y cuentrapropistas cubanos a pasar cursos de administración empresarial que serán impartidos de Mayo 20 a Julio 6 de 2016, gracias a un programa llamado InCubando.
Sin embargo, la Embajada de los Estados Unidos en La Habana ha negado la visa a más de la mitad de los participantes aprobados para formar parte de este importante curso, y una de las que le negaron la visa, la abogada y emprendedora cubana Belkis Maura Duarte, escribió una carta al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, pidiendo que se verifiquen los procedimientos de otorgar visas.
A continuación la carta a de Belkis dirigida a Obama:
Estimado Señor Presidente:
Soy Belkis Maura Duarte, abogada y emprendedora cubana desde agosto de 2013 en un Hostal que se conoce como Casa BelkiSacha, en La Habana.
No es desconocido para su administración las situaciones difíciles por las que los emprendedores cubanos pasamos a diario y las innovaciones que hacemos en nuestras vidas y negocios para sacarlos adelante y hacerlos más prósperos, eficientes y lucrativos, aun bajo las más inverosímiles situaciones adversas que se pueden generar en nuestro día a día.
Con mucha atención y curiosidad he seguido su política hacia mi país desde diciembre 17, 2014, admirando su carismática posición hacia Cuba. Igualmente me mantuve al tanto de su visita a mi pueblo, con especial atención a la reunión que usted sostuvo con algunos emprendedores y el discurso pronunciado en el Gran Teatro de La Habana.
En la reunión con los emprendedores Usted preguntó: ¿Qué ustedes necesitan? y muy atinadamente – entre varias necesidades – salió a colación la necesidad de capacitación. Refería Usted que los norteamericanos son quienes mejores representan los valores de los estadounidenses y con la popularidad de Airbnb y los beneficios de su administración en la autorización de viajes a Cuba, estos se nutren de las vivencias de los cubanos de a pie. En su discurso al pueblo cubano en el Gran Teatro de La Habana refirió que ”por eso alentamos los viajes, que pueden construir puentes entre nuestros pueblos” y coincido plenamente con Usted; su discurso fue muy esperanzador para mi pueblo y especialmente para nosotros los emprendedores cubanos, quienes interesamos prosperar en nuestros negocios siendo una necesidad la capacitación en un medio propicio que forme al nuevo empresario/emprendedor cubano en la economía del libre mercado del mundo capitalista, cursos que desafortunadamente hoy en Cuba no son posibles ya que se reducen al esquema de la empresa estatal y los que se imparten son exclusivamente para trabajadores estatales, pero la capacitación para los emprendedores sí es posible en los Estados Unidos.
Gracias a su política y al interés y deseo de Universidades americanas, se realizan cursos de capacitación para nosotros los emprendedores, ejemplo de esto es la FIU y su programa InCubando. En lo personal, apliqué al programa y en el proceso de selección, fui escogida a participar en un curso de negocios que comienza en Mayo 20 hasta Julio 6 del año en curso en la FIU. El programa InCubando gestionó nuestras solicitudes de visa ante la Embajada Norteamericana en La Habana y con mucho optimismo, luego de escuchar su postura hacia los emprendedores, me presenté a mi entrevista de solicitud de visa en Abril 13, con toda la documentación requerida para mi viaje, así como los documentos que avalan los vínculos con mi país y que demuestran mi regreso, pero la funcionaria que me entrevistó en escuetas preguntas, me refirió que no estaba claro el motivo de mi viaje y que según la Sección 214 (b) del Acta de Inmigración y Nacionalidad de Estados Unidos no era elegible para viajar.
Como abogada de carrera, y habiendo ejercido en mi país durante 9 años, mi curiosidad me llevó a leer la mencionada Sección 214 (b) y con el debido respeto que merece la funcionaria consular, discrepo de su interpretación de la ley y es lo que acá llamamos violación de derechos (los que tanto defendí en los Tribunales Cubanos).
Señor Presidente, yo tengo casa propia desde hace doce años, negocio rentable y con posibilidades de mejorar desde hace tres años y toda mi familia y amigos se encuentran en Cuba, no entenderé nunca como se me refiere que no aplico y que no queda claro el motivo de mi solicitud de visa para viajar a los Estados Unidos, cuando soy invitada a un curso de capacitación en la FIU, y ese es precisamente el motivo de mi viaje: el estudio y la participación en un curso de negocios. Un curso de capacitación a ese sector privado al que Usted hizo tanto énfasis y que sin dudas, jugará un papel decisivo en el futuro de mi país.
Es una pena que en su reunión con los emprendedores cubanos en La Habana, además de la necesidad de capacitación en un medio propicio, no le hubiera explicado nadie sobre la también necesidad del otorgamiento de visas a esos emprendedores que lograron ser aceptados para estudiar en los Estados Unidos.
Señor Presidente, con todo respeto le pido que de estar entre sus facultades, se reevalúen las negativas de visas, no solo a mí, pues no fui la única a quien se le negó, sino a todos los que tenemos interés en mejorar nuestros conocimientos y negocios y que resulta una realidad, el hecho de que volveremos a Cuba a poner en práctica lo aprendido.
De no ser posible esta reevaluación, sin el ánimo de ser petulante y sí admiradora de su postura, encaminada al mejoramiento de las relaciones entre mi país y el suyo, así como su confianza en nosotros los cubanos, me gustaría que sea de su conocimiento que no se corresponde su postura con la realidad que vivimos los cubanos con igual propósito al mio en la Sección Consular de su país en La Habana y es frustrante para personas como yo, ser rechazados sin un argumento válido y sin que el funcionario consular se tome el trabajo de revisar la documentación que avala los vínculos con Cuba.
Nosotros los cubanos no somos muy diferentes de los americanos, nuestro sueño también es el de tener vivienda propia, negocio o trabajo próspero y la familia unida. Si una persona tiene todo esto en su país, no necesita ir a otro a inventarse una vida, esas son razones suficientes para volver a Cuba y las que precisamente refiere la Sección 214 (b) del Acta de Inmigración y Nacionalidad, que usted debe ser capaz de demostrar, pero para ello, uno necesita que se le haga una verdadera entrevista en la que se pueda dialogar y mostrar todos los vínculos hacia Cuba, hecho que es imposible con los funcionarios consulares de La Habana.
Mi agradecimiento eterno a la FIU y al programa InCubando por la oportunidad, solo resta pedir que no se frustre la iniciativa de las Universidades y programas deseosos de ayudarnos ni la iniciativa de los cubanos, esta vez, no imputable al gobierno de Cuba, pero si a funcionarios que han perdido la sensibilidad humana para diferenciar un caso de otro y son inconsecuentes, esquematizados y poco receptivos.
Por favor, si está dentro de sus facultades, revise la política que se está siguiendo en la Sección Consular de La Habana, para que otros jóvenes emprendedores, no se sientan frustrados como yo y como otros en posición de igualdad a mí.
Belkis Maura Duarte
Ciudad La Habana, Cuba
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