El vocero de la dictadura cubana, Humberto López, se paseó por una calle de La Habana transmitiendo en vivo para aparentar normalidad cuando sin quererlo mostró el nivel de represión de la policía.
Un grupo de tres policías que no reconocieron al vocero de la dictadura se dirigieron a él para pedirle documentos por el simple hecho de ir transmitiendo en vivo con el teléfono.
«Soy Humberto López del Sistema Informativo de la Televisión» dijo a los policías que reaccionaron rápidamente «Ah Coño, ya ya está bien» dijo uno de los esbirros.
Pero ¿Qué hubiera pasado si en vez de Humberto fuera un joven que quiere mostrar la realidad de Cuba? seguramente estaría preso, con el teléfono decomisado o con alguna advertencia de la policía de consecuencias graves.
La dictadura ya no se sostiene y solo les que queda el terror y sembrar el miedo contra los cubanos.