Noah Rosenberg, un niño decidido a conocer al jugador cubano de los Dodgers de Los Angeles, Yasiel Puig, y a recibir un souvenir de su ídolo, retó al beisbolista en pleno estadio a que le diera un bate autografiado.
El pequeño fanático estaba dispuesto a hacer 50 lagartijas (push-ups). El reto le gustó a Puig y Rosenberg completó la tarea entre risas.
Puig le entregó el bate autografiado, se tomó una foto con Rosenberg y, sin dudas, le hizo pasar un gran momento a este joven aficionado que probablemente nunca olvidará.
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