Recientemente, el youtuber dominicano Pablo José Rodríguez, identificado como Capricornio TV, visitó Cuba, causándole gran impresión la crítica situación económica y social que atraviesa la isla.
Durante su estancia en la misma, recorrió un barrio extremadamente pobre ubicado en la provincia de Santiago de Cuba, donde comprobó de primera mano las disímiles carencias que afectan a sus residentes.
En medio de un escenario social marcado por el aumento de la criminalidad, el influencer conoció las armas que utilizan las personas de este lugar, consistentes en unas bolas artesanales, que les permiten defenderse ante cualquier ataque o agresión.
Al respecto un santiaguero comentó a Capricornio TV: «Aquí todo el mundo ha peleado o le han dado con ella», mientras que otro agregó: «Si no me respetan, yo cojo y les doy una paliza».
Las pésimas condiciones de vida de los habitantes de dicho barrio fueron una de las cuestiones que más impactaron al joven, que incluyen el estado deplorable en que se encuentran la mayoría de las viviendas en que estos residen.
En tal sentido el creador de contenido lamentó la falta de recursos económicos y de perspectivas de los santiagueros que pertenecen a esa comunidad y el ambiente de violencia en el que se desarrollan, alegando: «Tal vez yo tuve oportunidades diferentes que tú no tuviste. Y al final, cuando no hay dinero ni nada, este barrio se convierte en una selva de cemento donde sobrevive el más fuerte, el que más pelea, el que agarra un cuchillo, y si tú no matas, te matan. Esa es la realidad».
Igualmente, se refirió a la diferencia que existe entre vivir sin lujos y sobrevivir, señalando que las limitaciones de un país para cubrir las necesidades materiales básicas de sus ciudadanos influyen ineludiblemente en su conducta social.
En relación a ello, manifestó: «No es lo mismo llorar porque tu papá no te compró el último iPhone, que llorar junto a tu padre porque no tienen comida. Antes de reprender una acción vamos primero a prevenirla, un país sin oportunidades es un infierno para los que nacieron en el lugar equivocado».
Esta experiencia conllevó al dominicano a calificar a la isla como una cárcel, indicando: «El bajo mundo de Cuba. La prisión más grande del mundo».
