La santiaguera Yurisel Laborde es una de las feminas cubanas que puso el judo bien alto en la isla junto a su profesor Rolando Veítia.
Esta cubana no la pasó fácil para llegar al equipo mayor pero cuando llegó fue para quedarse. Su sobre nombre Yuyú llegó a los 13 años porque la capitana del equipo santiaguero no recordaba su nombre.
Campeona mundial en el Cairo 2005 y Río 2007, fue subcampeona del mundo en Alemania 2001 y Tokio 2003; tercera en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, pero cuando era la favorita para imponerse en la fiesta olímpica de Beijing en su división de los 78 kilos en Beijing 2008 tomó una gran decisión en su vida.
Desertó en Miami en el panamericano de Judo y según ella explica no fue nada fácil: «No, no fue fácil. Lo pensé, no creas que fue un arranque. Pero, como siempre nos decía el profe Veitía, era un momento de decisión no de titubeos. Decido quedarme por varias razones, la fundamental, sentimental pues me casé con el que hoy es padre de mis dos hijos, un judoca puertorriqueño, y desde entonces vivo en la Isla del Ensueño y soy muy feliz. Anthuane y Thiago Fabian, de cinco y tres años, respectivamente, son la razón de ser de mi vida.»
Actualmente vive en Puerto Rico, trabaja con la policía de Guaynabo con niños en un programa llamado Liga Atlética. Es fanática de comprar zapatos y carteras, y concluyó la entrevista con Julio Osendí con estas palabras: «Soy una mujer sumamente feliz por así decirlo, siento que tengo todo lo que necesito en mi vida y aún más por los dos príncipes que Dios me regaló, fanática a los perfumes y a las flores. Mi perfume favorito es el By Flower de Kenzo y mi flor favorita, el girasol, que tanto tiene que ver con la Virgen del Cobre, la patrona de Cuba».