Esta semana un grupo de agricultores, fundamentalmente de Santiago de Cuba y Guantánamo, entregaron a vecinos de sus poblados, bolsas de alimentos frescos, incluidos carne de cerdo, frijoles, yuca y tomates, como parte de una iniciativa de la Liga de Campesinos Independientes y de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR) en varias provincias del país para frenar la hambruna que se avecina, recoge Diario de Cuba.
A través de un vídeo grabado, a propósito de la iniciativa, una de las activistas de FLAMUR, expresó: «decidimos ser los Reyes Magos de nuestro país, pues ya le exigimos al régimen las cinco medidas con las que podemos acabar con la hambruna y hacen caso omiso».
«Hoy, regalando alimentos al pueblo decimos que somos parte de él. Queremos que sepan que no queremos robarle nada, solo que termine el bloqueo interno que existe contra quienes queremos emprender», agregó.
A principio del año pasado, el campesinado independiente cubano, lanzó la campaña Sin campo no hay país, con la misma demandaron al régimen que accediera a liberar la producción y comercialización de alimentos, a favor de los agricultores, sin embargo, las autoridades no respondieron, y lo que hicieron fue aumentar la represión, las confiscaciones de cosechas y criminalizar a los emprendedores.
Esteban Ajete Abascal, líder de la Liga de Campesinos Independientes, dijo que «esta iniciativa» es la reacción del campesinado «a los precios topados de los productos que ha impuesto el Gobierno».
Según Ajete Abascal, «la entrega gratuita de alimentos comienza en Oriente porque allí la situación es más difícil, y a medida que vaya transcurriendo el tiempo queremos irla extendiendo al resto del país. Pero sabemos que no es suficiente», aclaró.
«Se trata de que los productores que puedan, después de cumplir sus entregas a Acopio, usen parte de sus excedentes para llegar a toda la población que se pueda. Porque la ayuda no siempre debe venir de la diáspora», sostuvo.